sábado, 27 de diciembre de 2008

QUE NO SE CANSEN LOS BUENOS

ORACION:
Señor, te pido por los buenos, los justos, los honestos, los misericordiosos. Que no se cansen, que no desesperen, que no se dejen abatir por los golpes de la vida.Sí, Señor: necesitamos mucho de su ejemplo, de su entrega, de su amor sincero. Te lo pido de corazón: A ¡que no se cansen los buenos! Que no se canse la esposa o el esposo abandonado. Que sepa esperar, que no deje de rezar, que siente el bálsamo de tu consuelo, que tenga fuerzas para dar luz a un hogar que llora la ausencia de alguien muy amado.











Que no se canse el joven que quiere mantenerse virgen, que busca antes el estudio que las diversiones peligrosas, que promete y cumple su palabra, que prefiere suspender a copiar en un examen.









Que no se cansen los padres que ven cómo un hijo entra, poco a poco, en el mundo de la droga, o de la dejadez, o de la desconfianza, o del egoísmo atroz de las sociedades consumistas. Que encuentren palabras de consejo, ayudas y mandatos, para orientar al hijo, para llevarle por el buen camino, para sacarlo del barranco de la muerte.










Que no se canse el hijo que acompaña a su madre anciana, que la lava cada día, que le da de comer, que la lleva de paseo por las tardes, que sufre al verla tan frágil y enferma, tan dependiente en casi todo.











Que no se canse el político que quiere ser honesto, aunque vuelva a perder las elecciones, aunque le calumnien los enemigos, aunque sea criticado por los malos y por los falsos buenos.












Que no se canse el desempleado: dale fuerzas para buscar de nuevo trabajo. Aunque le repitan una y otra vez que ya no contratan a nadie que tenga más de 40 años, en una sociedad egoísta que se preocupa más por la eficacia aparente que por la justicia verdadera.










Que no se canse el corazón que reza uno y otro día para que le apartes esa tentación molesta, para que le cures un cáncer corrosivo, para que le permitas un poco de holgura económica, para que simplemente le des fuerzas para ser fiel en ese día.










Que no se cansen los religiosos, las religiosas, los sacerdotes jóvenes o ancianos, cuando ven que hay pocas vocaciones, cuando sienten el paso de los años, cuando el demonio les hace pensar que todo el mundo sigue el fácil camino del engaño y la vida cómoda y que el Evangelio quedó como un libro de otros tiempos.














Señor, que no se cansen los buenos. Son ellos luz y fuego, sal y fermento, viento suave lleno de presencias, recuerdo y señal de tu bondad. Ayúdales, Señor, para que estén en pie, como atalayas. Para que nos indiquen el camino que lleva a tu Casa. Para que nos recuerden que Tú, Dios bueno, sigues vivo, activo, fuerte, en medio de un mundo hambriento de esperanzas.

Fuente: Catholic.net Autor: P. Fernando Pascual LC





BENDICION PAPAL

martes, 23 de diciembre de 2008

LA APRECIACION







La Apreciación


Existe una cosa increíble llamada apreciación. Y la mayoría de la gente no está familiarizada con ella. ¿Qué significa realmente apreciar?Nosotros apreciamos si alguien nos abre la puerta y le decimos, “Gracias.”














Si cuando estamos perdidos, alguien nos indica, “Siga por ahí, doble a la izquierda y a unos metros está el lugar donde desea ir,” le decimos, “Ah, gracias; muchas gracias.”






Vamos a un restaurante, el camarero nos atiende bien, no tira la cosas encima nuestro. Nos dice cosas agradables. Para expresar gratitud, le dejamos una propina. Apreciamos lo que ha hecho.Cuando el poder de apreciación, se vuelve hacia esta existencia, se dirige hacia esta vida; no a las cosas que tienes en esta vida, sino a la vida misma. Al ir y venir de este alieno: “Estoy vivo. Existo.”










Que tengo la capacidad de sentir, que tengo la capacidad de entender, tengo la capacidad de sentir felicidad en mi vida. Que tengo la habilidad de estar satisfecho en mi vida. Que tengo la habilidad de estar contento en mi vida. Que tengo la habilidad de comprender en mi vida. Que tengo la capacidad de tener respuestas en mi vida.Enton
ces, la apreciación que llega por esta vida es única. Y esto, en mi opinión, tú, yo, todos nosotros, lo hacemos muy, muy bien.


Maharaji





miércoles, 17 de diciembre de 2008

LA NECESIDADA MAS BASICA


La necesidad más básica
“Hay una necesidad básica en cada ser humano, y es sentir la plenitud. Independientemente de quiénes seamos y de que vivamos en un pueblo pobre o en un edificio de setenta pisos, todos queremos ser felices. Deseamos sentirnos satisfechos, plenos. No importa cómo lo llamemos; todos tenemos el mismo objetivo.



Todos vinimos del mismo lugar y llegamos al mismo puerto: la Tierra. Luego nos quedamos atrapados en la telaraña de lo que deberíamos hacer. El viento de este mundo nos dispersó, y ahora, en lugar de nuestra semejanza, vemos nuestras diferencias.







¿Qué es lo que está diciendo nuestro corazón? Tenemos que volver a escuchar y a reconocer la llamada, la voz, el anhelo, la necesidad de nuestro auténtico ser. Nada de fórmulas ni de ideas. Necesitamos sentir. Así es como se nos ha hecho.







Todo se reduce a unos fundamentos muy sencillos. La voz de nuestro corazón está diciendo: "¡Siente la plenitud!". Cuando el corazón está lleno, hay alegría. Cuando la claridad reemplaza a la duda, cuando las preguntas se han cambiado por respuestas y la singularidad sustituye a la dualidad, el resultado es un corazón plenamente satisfecho. Entonces hay alegría, hay un ser humano embarcado en el increíble viaje de la vida.
En medio de la adversidad, el ser humano busca la paz. En medio de las preguntas, busca respuestas. En medio de la duda, busca la claridad. Así es la naturaleza del ser humano. Ésa es la necesidad que hay que satisfacer.

La felicidad que estamos buscando está dentro de nosotros. Hay cosas que necesitamos sentir en nuestro interior, y resulta que la paz es una de ellas. También lo es la alegría, pero no una alegría que llega y se va, sino la que reside permanentemente dentro del ser humano. Tampoco una felicidad que va y viene, conectada al mundo exterior, sino una felicidad que está siempre ahí. Incluso en el momento más oscuro, esa alegría reside dentro de mí. Hay un sentimiento de paz muy sólido cuando vamos a nuestro interior y encontramos ese lugar.”
Maharaji
Para mayor información visita estas paginas

viernes, 12 de diciembre de 2008

HECHOS 3





Hechos 3


1 Pedro y Juan subían al Templo para la oración de la hora nona.

2 Había un hombre, tullido desde su nacimiento, al que llevaban y ponían todos los días junto a la puerta del Templo llamada Hermosa para que pidiera limosna a los que entraban en el Templo.



3 Este, al ver a Pedro y a Juan que iban a entrar en el Templo, les pidió una limosna.

4 Pedro fijó en él la mirada juntamente con Juan, y le dijo: «Míranos.»

5 El les miraba con fijeza esperando recibir algo de ellos.
6 Pedro le dijo: «No tengo plata ni oro; pero lo que tengo, te doy: en nombre de Jesucristo, el Nazoreo, ponte a andar.»

7 Y tomándole de la mano derecha le levantó. Al instante cobraron fuerza sus pies y tobillos,
8 y de un salto se puso en pie y andaba. Entró con ellos en el Templo andando, saltando y alabando a Dios.

9 Todo el pueblo le vio cómo andaba y alababa a Dios;

10 le reconocían, pues él era el que pedía limosna sentado junto a la puerta Hermosa del Templo. Y se quedaron llenos de estupor y asombro por lo que había sucedido.




11 Como él no soltaba a Pedro y a Juan, todo el pueblo, presa de estupor, corrió donde ellos al pórtico llamado de Salomón.

12 Pedro, al ver esto, se dirigió al pueblo: «Israelitas, ¿por qué os admiráis de esto, o por qué nos miráis fijamente, como si por nuestro poder o piedad hubiéramos hecho caminar a éste?

13 = El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo = Jesús, a quien vosotros entregasteis y de quien renegasteis ante Pilato, cuando éste estaba resuelto a ponerle en libertad.
14 Vosotros renegasteis del Santo y del Justo, y pedisteis que se os hiciera gracia de un asesino,

15 y matasteis al Jefe que lleva a la Vida. Pero Dios le resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello.
16 Y por la fe en su nombre, este mismo nombre ha restablecido a éste que vosotros veis y conocéis; es, pues, la fe dada por su medio la que le ha restablecido totalmente ante todos vosotros.
17 «Ya sé yo, hermanos, que obrasteis por ignorancia, lo mismo que vuestros jefes.

18 Pero Dios dio cumplimiento de este modo a lo que había anunciado por boca de todos los profetas: que su Cristo padecería.

19 Arrepentíos, pues, y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados,

20 a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación y envíe al Cristo que os había sido destinado, a Jesús,

21 a quien debe retener el cielo hasta el tiempo de la restauración universal, de que Dios habló por boca de sus santos profetas.

22 Moisés efectivamente dijo: El Señor Dios os suscitará un profeta como yo de entre vuestros hermanos; escuchadle todo cuanto os diga.

23 = Todo el que no escuche a ese profeta, sea exterminado del pueblo. =

24 Y todos los profetas que desde Samuel y sus sucesores han hablado, anunciaron también estos días.

25 «Vosotros sois los hijos de los profetas y de la alianza que Dios estableció con vuestros padres al decir a Abraham: En tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra.

26 Para vosotros en primer lugar ha resucitado Dios a su Siervo y le ha enviado para bendeciros, apartándoos a cada uno de vuestras iniquidades.